domingo, 9 de enero de 2011

El entrenamiento de la fuerza con niños y jóvenes


Cuando hablamos del trabajo de fuerza que se realiza en el fútbol, nos estamos refiriendo al entrenamiento que favorece la ejecución del deporte, es decir, el golpeo del balón, los sprints con o sin balón, los saltos en los que se disputan el balón, las detenciones y los arranques, los choques en la disputa del balón, las barridas con una inmediata continuación de la carrera, etc.

Es preciso hacer esta aclaración para evitar una discusión simplista, que se da frecuentemente en el fútbol, según la cual un jugador alto, pesado, musculoso, de técnica precaria, se encuentra en inferioridad de condiciones con un jugador delgado, pequeño, lento pero dotado de una técnica magistral.

Obviamente, aunque estas situaciones se presentan en el deporte, no es un parámetro general; en el fútbol de alta competencia se deben optimizar todos los aspectos que integran a un jugador: constitucionales, condicionales, técnicos, tácticos, psíquicos e intelectuales. Mi postura, como entrenador y docente, es que el jugador debe ser lo más completo posible para utilizar al máximo sus capacidades potenciales. Es en la búsqueda de un mejor hombre-deportista que intento dar una orientación sobre el tipo de trabajo que debe realizarse en la etapa de iniciación deportiva, sin comprometer su desarrollo biológico y técnico. Para lograrlo, se debe retroceder hasta su infancia y tomar en cuenta los momentos críticos de su desarrollo. En la medida que capacitemos mejor a nuestros niños para la actividad deportiva futura, los estaremos preparando para una vida deportiva exitosa, larga y, sobre todo, para llegar a la etapa postdeportiva con menos secuelas negativas.

Para Mahro, fisiólogo alemán estudioso de las capacidades condicionales del hombre, los principales objetivos del entrenamiento de la fuerza con niños y adolescentes son:

- Alcanzar un desarrollo muscular armónico.
- Conseguir una correcta postura corporal.
- Lograr un desarrollo muscular que permita disminuir los riesgos de lesiones.
- Crear las bases condicionales que permitan acceder al deporte de rendimiento.

· Entrenamiento prepuberal de la fuerza

Antes de los 7 años, existen muy bajas posibilidades de desarrollo de la fuerza (máxima, rápida, resistencia). Sin embargo, según la opinión de algunos especialistas que han investigado sobre el entrenamiento de la fuerza y mi experiencia práctica como entrenador y docente, sí, es posible iniciar el entrenamiento de la fuerza con niños en la etapa prepuberal alta, la cual comprende el periodo entre los 8 y los 12 años. A partir de esta edad, la discusión debe centrarse sobre el tipo de fuerza a desarrollar y cuáles serán los métodos, ejercicios, material deportivo y formas organizativas de la clase, así como la frecuencia y duración de los entrenamientos. Si bien es cierto que una hipertrofia muscular notoria está condicionada por la eclosión de las hormonas sexuales y de crecimiento en la pubertad, también es cierto, y fácilmente comprobable en las gimnastas y nadadoras que inician sus entrenamientos a muy tempranas edades, que en esta edad presentan un ligero aumento de la masa muscular y un sensible aumento de la fuerza por la vía de la coordinación del sistema nervioso y la musculatura. El entrenamiento de la fuerza realizado después de los 8 años, o a cualquier edad, con los límites y características de la carga correspondiente, produce no sólo efectos benéficos sobre la musculatura, sino también sobre el psiquismo del ejecutante, apoyando el desarrollo de una alta autoestima, seguridad en sí mismo y facilitando, además, el inicio del aprendizaje técnico.

-Consideraciones metodológicas sobre el entrenamiento de la fuerza con niños

El entrenamiento de la fuerza en esta edad debe orientarse a una estimulación armónica de los grandes grupos musculares.

El entrenamiento se realizará con ejercicios que utilicen el propio peso del niño o con apoyo de un compañero y cuya coordinación sea dominada por él mismo.

No olvidar el entrenamiento de los músculos posturales como los abdominales y lumbares (espalda baja) así como brazos, hombros y músculos del tronco, especialmente con los muchachos futbolistas que, normalmente, reciben mucha carga sobre el tren inferior..

Evitar saltos con pesos sobre los hombros, ya que en el aire aumenta la labilidad de la columna y puede lesionarse la columna en el aterrizaje.

La baja capacidad anaeróbica de los niños obliga a trabajar con un número de 8 a 10 repeticiones o con una duración de 8 a 15", en lo posible rápido, para que de esta forma el estímulo principal recaiga sobre las fibras rápidas del músculo.

Evitar las largas filas en la clase a través de una correcta planeación de las estaciones, ya que de esta manera se evitarán disturbios en el grupo que espera impaciente; el ejercicio se repetirá más veces por unidad de tiempo y así no decaerá la motivación de los niños.

· Entrenamiento de la fuerza en la etapa puberal: 12 a 14 años

Esta etapa se caracteriza por el aumento de los niveles de testosterona en los jovencitos, lo cual va unido con el mejoramiento de la síntesis proteica -efecto anabólico-, fenómeno que genera un aumento natural de la sección transversal de la musculatura y que se acentúa, en caso de existir una estimulación adecuada de movimiento y una alimentación rica en proteínas. Sin embargo, a esta edad, advierten los médicos, todavía persiste una cierta debilidad del aparato locomotor porque aún no ha finalizado la calcificación de los huesos.

-Consideraciones metodológicas para el entrenamiento de jóvenes de 12 a 14 años

Utilizar ejercicios automatizados en los programas de fuerza.

Realizar los ejercicios con velocidad creciente de acuerdo al nivel de dominio que se tenga de cada ejercicio.

Procurar realizar todos los ejercicios con una correcta postura.

Se pueden realizar saltos de mediana intensidad con pesos en las manos como mancuernas, discos, y bolsas de arena sobre los hombros.

Se puede trabajar en máquinas con pesos bajos a medios.

Realizar un calentamiento antes de iniciar el entrenamiento de fuerza.

Evitar flexiones profundas de piernas, tanto en las caídas como en el arranque de un ejercicio.

Escoger ejercicios simples para el entrenamiento de la fuerza.

En el entrenamiento con máquinas, se puede utilizar el método de fuerza rápida con pesos entre 20 y 30% de su peso corporal, a velocidad media a alta y con pausas de 45 a 60.

Utilizar un amplio espectro de ejercicios con diferentes formas organizativas y material deportivo.

Para evitar una pérdida de elasticidad, combinar ejercicios lentos con carga extra con otros, explosivos y libres.

Utilizar aparatos seguros así como formas organizativas de la clase que eviten accidentes.


FUENTE: www.futbol-pf.com

La técnica en el fútbol de hoy

Todos nos preguntamos porque contamos con pocos jugadores de buen rendimiento técnico en el fútbol local.

El fútbol es un deporte de confrontación directa, todos pueden intervenir adentro del mismo terreno. Por este motivo es tan difícil que uno de los equipos pueda mantener con tranquilidad la posesión del balón para llegar rápido y con sorpresa a situaciones de gol, entre otras opciones.

Encontramos como obstáculos a la presencia cercana de los rivales, las inclemencias del tiempo, el estado del campo, las dimensiones del terreno, la presión tanto de la parcialidad como de entrenadores y familiares, la trascendencia del partido, la táctica defensiva del rival, etc.

Es evidente que hoy deben resolverse las situaciones del juego con mayor prontitud mental y física que años atrás. Acciones veloces dificultan la precisión técnica, los pases deben ir con más fuerza para no ser interceptados, la recepción debe ser acompañada por rápidos movimientos corporales que permita continuar con la acción ofensiva, la conducción y gambeta den ser veloces y audaces, los golpes de cabeza requieren de buena dirección, la mejor capacidad de anticipación mental es imprescindible, una alta resistencia física y psicológica para mantener la precisión técnica es cada día más necesaria, etc.

Para jugar en las mejores ligas este marco dificultoso exige un elevado nivel de dominio de las técnicas junto a suficientes capacidades intelectuales, físicas y psicológicas.

La técnica es un aspecto muy importante en el rendimiento de cualquier futbolista. Cuenta con una ventaja, puede entrenarse desde la infancia. Y no seamos tan exigentes, cada puesto requiere solo de algunas destrezas bien dominadas. Tanto los defensores, los mediocampistas y los delanteros necesitan manejar aquellas técnicas que les permitan resolver bien y con frecuencia sus funciones. Son las que al menos se deben perfeccionar a los largo de la práctica deportiva.

Lograr estas virtudes necesita de planificación, organización, trabajo preciso, constancia y paciencia. Solo los muy talentosos se perfeccionan más rápido, lo que significa alcanzar un alto dominio de algunas técnicas antes de los 25 años de edad. Los demás necesitan más tiempo de una adecuada preparación. Nuestros mejores jugadores cumplen esas edades en el extranjero y los que quedan en el país no han tenido el tiempo necesario para desarrollar sus técnicas para la competencia.

Es importante pero no resulta suficiente estar con la pelota todo el día. Poco se va a lograr si los ejercicios no están orientados a un claro objetivo técnico. No cualquier actividad futbolística permite el aprendizaje de una determinada destreza.

Al gusto argentino de varias décadas atrás le alcanzaba con las técnicas desarrolladas en el potrero en forma libre durante más de 10 horas semanales.

Hoy tenemos más problemas que antes para desarrollar la técnica del futbolista. Quedan muy pocos potreros en el país, nuestros niños y jóvenes dedican menos horas a jugar libremente al fútbol por la existencia de inseguridades y entretenimientos hogareños, el tiempo y la exigencia de los entrenamientos de la técnica por lo general no son suficientes para un fútbol de alto nivel.

Su desarrollo necesita de varias horas semanales. El dominio de cada técnica depende de la realización de miles de repeticiones de calidad.
Sobre todo en las principales etapas como son la infancia y la juventud los juegos y ejercicios de preparación para el partido del fin de semana no son suficientes para el aprendizaje técnico.
Por lo general no se le da la trascendencia necesaria al entrenamiento de la técnica del futbolista, ni los comentaristas al analizar las acciones de un partido, ni muchos entrenadores en sus sesiones.
Es hora de plantearse elevar la capacidad técnica de nuestros jóvenes futbolistas para que puedan participar con mejores perspectivas en las competencias nacionales e internacionales.
En el profesionalismo local nuestros jóvenes futbolistas asumen grandes responsabilidades competitivas que no pueden superar convenientemente por insuficiente dominio de las técnicas, a veces por no haber tenido los años de preparación conveniente y en otros casos por no haber entrenado de manera adecuada.


FUENTE: Profesor Carlos Borzi
PF de las divisiones inferiores del club Boca Junior de argentina

FUENTE: futbolche.com.ar
AUTOR: Carlos Borzi