viernes, 28 de febrero de 2014

FATIGA EN EL FUTBOLISTA



Por:
Cristian Daniel Sidotti
Profesor de Educación Física                               
cdsidotti@hotmail.com

La fatiga ha sido definida como la disminución de la capacidad para generar fuerza máxima y/o potencia máxima, independientemente de que pueda ser mantenida o no la intensidad del esfuerzo (1). La misma podría ser identificable y cuantificable durante un partido de fútbol.
Desde el punto de vista funcional la fatiga puede ser  central o periférica. La primera  ocurre en el sistema nervioso central dándose en uno a más niveles de las estructuras nerviosas que intervienen en la actividad física. Este tipo de fatiga se ha relacionado al desequilibrio de aminoácidos, generando la alteración en la síntesis y la actividad de algunos neurotransmisores como la serotonina y dopamina .(2)
La fatiga periférica ocurre en el músculo y ha sido asociada, por un lado, a la incapacidad de mantener el potencial de acción disminuyendo la función neuromuscular, donde se dan alteraciones en el proceso de contracción relajación debido a cambios en las concentraciones de Calcio. También la disminución de glucógeno muscular ha sido relacionada con la fatiga periférica (2).
De acuerdo al tiempo de aparición de la fatiga esta puede clasificarse en aguda, sub aguda o crónica (3). La fatiga aguda es la que se da durante y/o después de de la sesión de entrenamiento o competencia, provocando un deterioro en el nivel del deportista (4).
El fútbol es un deporte con un componente técnico- táctico importante donde la toma de decisión juega un rol central. Teniendo en cuenta esto,  Las alteraciones en el rendimiento físico, como puede ser la disminución de carreras de alta intensidad hacia el final del partido, no serán los únicos indicadores de fatiga.
Para conocer las probables causas de fatiga en el futbolista es necesario, en principio, conocer la naturaleza del deporte, para luego analizar algunos datos que  surgen como necesidad de conocer el tipo de acciones y esfuerzos físicos que realiza el futbolista durante la competencia. Esto permite abordar de manera eficaz tanto el entrenamiento para evitar la fatiga como la aceleración de los procesos de recuperación de la misma.
En cuanto a la distancia recorrida fueron analizados 432 jugadores de elite durante la Eurocopa 2008. Los datos arrojaron que la media de la distancia total cubierta oscila entre 7645 y 12743 metros sin considerar ningún puesto específico. Los jugadores recorrieron mayor distancia en el primer tiempo que en el segundo, sin embargo esto podría estar relacionado al tiempo efectivo de juego, ya que durante la segunda parte de los partidos el tiempo neto de juego es menor. Gran parte de esta distancia es recorrida caminando o a bajas intensidades (5).
Con respecto al puesto de cada jugador se concluyó que no hubo  diferencia significativa con respecto a las distancias recorridas a baja intensidad, pero en altas intensidades fueron los delanteros laterales y los medicampistas carrileros los que mayores distancias recorrieron (6).
Otro estudio (7) analizó la velocidad a la que se desplazaron 440 futbolistas de la liga Inglesa. Lo destacable es que solamente se realizaron 397-738 metros a velocidades entre 19.1 -23 km/h y 215-446 metros a velocidades mayores a 23km/h. Sin embargo está estadística no es lineal, ya que la distancia fue realizada con distintos desplazamientos laterales, retrocesos, diagonales y frontales. Además aunque el porcentaje del total de metros recorridos a alta velocidad es poco no debería subestimarse su gasto de energía ya que distintos movimientos como giros, saltos, cambios de dirección, frenos, aceleraciones, cambios de paso del cuerpo se vieron involucrados en estas distancias.
Otro dato interesante es que solamente entre 119 y 286 metros del total de la distancia cubierta por los jugadores fue con balón.  Esta estadística permite conocer que el futbolista realiza mas acciones sin pelota que con ella, entre los que se destacan desmarques, búsquedas de espacios vacios y relevos.
Los desplazamientos a grandes intensidades en su mayoría son menores a 10 segundos y la media de la pausa que incluye caminata y trote llegan a 60 segundos. Esto indicaría una relación trabajo pausa de 1/6, aunque en ocasiones podría darse situaciones explosivas continuadas con pausas incompletas, es decir cuando las pausas son cortas.
Estas estadísticas podrían explicar en parte ciertos momentos en el partido donde la intensidad de los jugadores disminuye. Sin embargo, varios autores (8) mencionan que el descenso en la actividad física durante un partido no tiene como único componente el factor fisiológico, ya que además en el fútbol dominan los factores tácticos y estratégicos, por lo tanto sería razonable considerar que las variables situacionales (localización del partido, marcador parcial, nivel del oponente) pueden influir sobre el rendimiento físico.
Por ejemplo se ha demostrado que la aparición de un gol provoca de forma inmediata una reducción en la intensidad del juego del equipo que anotó el tanto. Se ha encontrado un descenso del 12% del rendimiento en los cinco minutos posteriores a un periodo de alta intensidad en el juego, sugiriendo que el equipo que anota un gol puede relajarse debido a su ventaja en el marcador (9).
se analizaron 27 partidos del futbol profesional de la primera división de la liga española concluyeron que los jugadores recorren menos distancia a alta intensidad (>19.1km/h) cuando su equipo iba ganando que cuando estaban en desventaja. También la distancia recorrida a baja intensidad (<14 .1km="" cuando="" de="" en="" equipo="" es="" h="" juega="" local="" mayor="" o:p="" que="" un="" visitante="">
Los equipos que van ganando reducen la intensidad de su actividad permitiendo que sus oponentes tomen la iniciativa del juego (10).
Para cuantificar la carga interna en el fútbol se han utilizado varios métodos como el registro de la frecuencia cardiaca, el lactato o el consumo de oxígeno (11).
Otra manera de obtener una impresión de las demandas fisiológicas en fútbol es determinando la capacidad física de jugadores de elite. El consumo de oxígeno máximo para jugadores de elite es aproximadamente 60 ml.min.kg para jugadores de mediocampo que tienen los más altos valores y defensores centrales y arqueros que tienen los valores más bajos (12).
 Sin embargo, es probable que la frecuencia cardíaca medida durante un partido lleve a una sobrestimación del consumo de oxígeno, ya que que factores como la deshidratación, la hipertermia, y el estrés mental elevan la frecuencia cardíaca sin afectar al consumo de oxígeno (13).
Se ha demostrado que existen tres momentos en los cuales se evidencia la fatiga durante un partido de fútbol (9).
El primer momento en que baja la intensidad de los jugadores es durante los 5 minutos posteriores al ejercicio de mayor intensidad del juego. Durante este periodo la tasa de esfuerzo se vio disminuida comparándola con la media de todo el partido. Esto podría deberse a mayores pérdidas de PCr muscular principalmente en fibras de contracción rápida.
En los momentos más intensos del partidos dónde las acciones explosivas pueden repetirse en condiciones de incompleta recuperación, es posible que las fibras FT no posean un tiempo suficiente para resintetizar cantidades de PCr que permitan mantener elevada la tasa de esfuerzo en sucesivas series de ejercicio(14).
Esta fatiga temporaria que se da durante el partido podría estar relacionada con alteraciones en la homeostasis de iones muscular y un deterioro de la excitación del sarcolema. 
El segundo momento en el cual se ha evidenciado una baja en la intensidad del juego es durante los primeros 15 minutos del segundo tiempo (15).  Es probable que la baja de la temperatura corporal durante el entretiempo afecte la caída de rendimiento durante los primeros minutos del complemento (14). Un estudio realizado en tapiz rodante simuló el tiempo de juego de un partido, indicó que el entretiempo influye negativamente ya que los jugadores no pudieron recuperar la fuerza excéntrica hasta los valores pre-ejercicio, es decir, no pudieron deshacerse del efecto de la fatiga impuesto durante la primera mitad. Esto podría aumentar el riesgo de lesión muscular (16).
El tercer momento en el que se evidencia perdida del rendimiento es en los últimos 15 minutos del partido. En este período los desplazamientos a grandes intensidades disminuyen considerablemente con respecto al resto del partido.
El glucógeno de los músculos en funcionamiento parece ser el substrato más importante para la producción de energía durante un partido de fútbol.
La reducción de glucógeno muscular observada en las fibras individuales podría  debilitar el esfuerzo máximo y por lo tanto disminuir el rendimiento de velocidad al final del partido, como así  puede brindar la idea la idea de que la disponibilidad hidratos de carbono podría llegar a ser un factor limitante en el rendimiento(17).
Un análisis (13) reveló que alrededor de la mitad de las fibras musculares individuales de ambos tipos casi fue depletada o se depletaron de glucógeno. Esta reducción fue asociada con una disminución en el rendimiento del sprint después del partido. Por lo tanto, es posible que tal vaciamiento de glucógeno en algunas fibras no permita un esfuerzo máximo tanto en los sprints individuales como repetidos. No obstante, es incierto cuáles mecanismos están detrás de la posible relación causal entre la concentración de glucógeno muscular y la fatiga durante el ejercicio intermitente prolongado (13)
Esta pérdida de rendimiento también ha sido asociada a una hipoglucemia (19), aunque esto podría ser desestimado ya que para que el glucógeno hepático pueda ser vaciado en un 75% el ejercicio debería tener una duración de al menos 4 horas (20).
Otros factores tales como la deshidratación y la hipertermia asociada han sido también sugeridos como agentes responsables en el desarrollo de la fatiga aguda en el fútbol (18).Una disminución moderada en el estado de hidratación de los jugadores puede tener un impacto negativo en el rendimiento (16).
Los jugadores de mayor nivel competitivo poseen niveles de lactato sanguíneo significativamente superiores a jugadores de menor nivel durante el juego. Esto, permite saber que los jugadores cuanto mayor nivel tienen más intenso es el juego que desarrollan.
En muestras de sangres tomadas después de partidos de fútbol de elite la concentración de lactato promedia 3-8 mmol y las determinaciones individuales exceden a menudo 10 mmol durante un partido. Este último último valor indica que esa producción de lactato puede ser muy alta durante algunos periodos de un partido.
Este análisis de lactato sanguíneo que se realiza durante los partidos, se hace al finalizar el primer o segundo tiempo. Es decir, es una foto de lo que pudo haber pasado previo a la medición, y bajo ningún punto de vista esa medición representa un valor promedio del juego, sino que sólo puede estar asociado al perfil de esfuerzo previo a la medición.
La concentración de lactato muscular al igual que el nivel de acidosis generado durante un partido no están correlacionados con la caída en el rendimiento durante un test de sprints repetidos (15).
Por otro lado, la acumulación de potasio también puede reducir la habilidad de desarrollar fuerza durante y después del ejercicio de alta intensidad durante un partido de fútbol.
Una reciente e intensa revisión sobre la fatiga en el fútbol menciona que la acumulación de plasma de K + y las perturbaciones eléctricas posteriores sobre las estructuras de la membrana del músculo podrían ser las causas más importantes de la merma en el rendimiento de los futbolistas (17).


CONCLUSIONES:

1-      La fatiga en el fútbol se da temporalmente en distintos momentos del partido, especialmente principio del segundo tiempo y al   final del partido.

2-      Es posible que el vaciamiento de glucógeno en algunas fibras no permita un esfuerzo máximo tanto en los sprints individuales como repetidos al final del partido.


3-      La fatiga periférica ocurre en el músculo y ha sido asociada a alteraciones en el proceso de contracción relajación debido a cambios en las concentraciones de Calcio.

4-      Además de los factores metabólicos, y debido al gran componente táctico, sería razonable considerar que las variables situacionales (localización del partido, marcador parcial, nivel del oponente) pueden influir sobre el rendimiento físico del futbolista.

5-      En los momentos más intensos del partidos dónde las acciones explosivas pueden repetirse en condiciones de incompleta recuperación, es posible que las fibras FT no posean un tiempo suficiente para resintetizar cantidades de PCr que permitan mantener elevada la tasa de esfuerzo en sucesivas series de ejercicio

6-      La concentración de lactato muscular al igual que el nivel de acidosis generado durante un partido no están correlacionados con la caída en el rendimiento durante un test de sprints repetidos (15).

7-      Parece que son múltiples los mecanismos que producen el descenso del rendimiento de los jugadores de fútbol. La fatiga y la posterior disminución en el rendimiento durante un partido es un fenómeno complejo con varios factores que contribuyen.





BIBLIOGRAFIA:
1-      López Chicharro J, Fernández Vaquero A. Fisiología del ejercicio. 3ra ed. Madrid: Panamericana; 2006.
2-      Gomez Campos R, Cossio Bolaños M A, Brousett Menaya M, Hochmuller Fogaca R. Mecanismos inplicados en la fatiga agusda. Revista Internacional de Medicinal y Ciencias de la Actividad Física y deporte y el deporte. 2010; 10 (40).
3-      Fernández-García B,  y Terrados N. La Fatiga del Deportista. Madrid:Gymnos, 2004.
4-      Rey Eiras E. La fatiga aguda en el fútbol. II Congreso Internacional de Ciencias del deporte. 2008. Disponible en: http://www.altorendimiento.com/congresos/5033-la-fatiga-aguda-en-el-futbol (5/11/2013).
5-      Rey E, Casais L, Lago C, Lago J. Superando el mito de la fatiga en el futbol. Influencia del tiempo efectivo de juego sobre la distancia recorrida por futbolistas de elite. Revista de Preparación física en el fútbol. 2011; 2. Disponible en: http://futbolpf.com/revista/index.php/fpf/article/view/23 (1/11/2013).
6-      Lago, C.; Casáis, L.; Domínguez, E.; Lago, J.; Rey, E. Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte. Universidad de Vigo. Influencia de las varibles contextuales en el rendimiento físico en el futbol de alto nivel. Motricidad. European Journal of Human Movement, 2009: 23, 107-121.
7-      - Di Salvo, V., Baron, R., Tschan, H., Calderón Montero, FJ, Bachl, N, Pigozzi, F. . Las características de rendimiento de acuerdo a la posición que juega en el fútbol de élite. International Journal of Sports Medicine ,2007:  28 (3), 222.
8-      Lago Peñas C, Rafael Acero M, Seiru Lo Vargas F, Hernandez Moreno J, Sanchez Sanchez F, Fernandez del Olmo M, et al. La relación de la fatiga con el el rendimiento en deportes de equipo. Revista de entrenamiento deportivo. 2011; tomo xxv –  n°4 (05-15).
9-      Mohr M, Krustrup P, Bangsbo J. Match performance of high standard soccer players with special reference to the development of fatigue. Journal of Sports Sciences. 2003; 21 (519-528).
10-  O’ Donoghue P, TengaA. The effect of store-line on work rate in elite soccer. Journal off Sport Sciences.2011; 19(25-26).
11-  Reina Gomez A, Hernández Mendo A. Revision indicadores de rendimiento en el fútbol. Revista Iberoamericana de Ciencias de la Actividad Física y el deporte. 2012; 1 (1): 1-14
12-  Bangsbo J. Entrenamiento de la condición física en el fútbol. Barcelona: Paidotribo; 2002
13-  Bangsbo J. Mohr M, Krustrup P. Las exigencias físicas y metabólicas de formación y match-play en el reproductor de fútbol de élite. Revista de Ciencias del Deporte 24 (7) , 665-674.
14-  Metral G, Causas fisiologícas de la aparición de fatiga durante los partidos de fútbol. G-SE. 2011.
15-  Mohr, M., Krustrup, P. y Bangsbo, J. Fatigue in soccer: a brief review. Journal of Sports Science. 2005;  23: 593-599.
16-  Greig M,Siegler J. Fatiga específica del fútbol y fuerza muscular excenctrica de los isquiotibiales. G-SE. 2009. Disponible en: http://g-se.com/es/entrenamiento-en-deportes-de-equipo/articulos/fatiga-especifica-del-futbol-y-fuerza-muscular-excentrica-de-los-isquiotibiales-1432 (8/11/2013).
17-  Alghannam F. Limitaciones metabolicas del rendimiento y la fatiga en el fútbol. Asian Journal of Sports Medicine 2012. 3 (2):65-73.
18-  Magal M, Webster M J, Sistrunk L E, Whitehead, M, Evans R, Boyd J C. Comparison of glycerol and water hydration regimens on tennis-related performance. 2003.
19-  Maclaren . Nutrition. In Thomas Reilly and Mark Williams (Eds). Science and Soccer Second Edition. Routledge Editorial, Oxon 2003.
20-   Costill, D. Carbohidratos para el Ejercicio: Demandas en la Dieta para un Rendimiento Óptimo. PubliCE (http://www.sobreentrenamiento.com/PubliCE/Home.asp). 2003. Pid: 142.


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